Mi comienzo con la educación física fue al entrar en primaria, sobre los 6 años, pero no así, mi experiencia con el deporte.
Desde los 3 años, me apuntaron en un gimnasio para practicar taekwondo, deporte que seguí practicando hasta los 9 años.
Por otro lado, para no pasar el verano aburrida en casa y que aprendiera a nadar, cada fin de curso y, aprovechando que mi colegio disponía de piscina, me pasaba el mes de julio en un cursillo de natación, deporte que, al crecer, practicaría durante todo el año, llegando a competir en campeonatos escolares.
Sobre los 9 años, tras dejar el taekwondo, seguí haciendo deporte, esta vez, gimnasia rítmica, a la vez que continuaba con natación.
Por otro lado, mi recuerdo de la educación física, y con ella, el deporte, dentro del colegio, no es que sea muy grato dentro de mis recuerdos.
A pesar de que, el primer contacto con la asignatura, gracias a la profesora, fue ameno y tenia bastantes prácticas de juego, a partir de tercero de primaria, la asignatura comenzó a tener carácter más deportivo, en el que se nos hacían pruebas físicas, con las que se nos evaluaban.
Cada junio, mi colegio competía junto con otros colegios, en el Saler, haciendo actividades de salto, fondo... para lo cual, nos hacían pasar pruebas físicas y competir entre nosotros.
Este momento, cada año, al menos para mi, y para algún que otro compañero, era lo peor pues, teníamos, no solo que superar unas expectativas, si no, ver también, como unos eran “mejores” que otros y como unos optaban a participar en esos juegos con otros centros y el resto nos quedábamos fuera de poder lograr algún merito y sentados a pleno sol, en las gradas del polideportivo.
A partir de este momento, y hasta que terminé en primero de bachiller mi experiencia con la Educación Física, no fue la asignatura que más me gustara cuando, para la mayoría de los alumnos, suele ser una de las más deseadas de realizar, dentro del transcurso de la semana, así como en la que, al menos los chicos, suelen sacar mejores notas.
Para mi la educación física, dentro del colegio, solo fue una asignatura más que aprobar, en la que tratar de sacar buena nota pero de una forma, casi peor que el resto de asignaturas pues, mientras que en matemáticas, lengua o valenciano, únicamente tenías que rellenar un papel y entregárselo al profesor, que te devolvería una nota que, únicamente tú y el profesor sabríais, en educación física te exigían realizar unas pruebas físicas, delante de todos tus compañeros y la nota se sabía en el momento, para orgullo o vergüenza de los alumnos.