lunes

Notas navideñas

Estamos a finales de noviembre, se acerca Navidad, y con ello las temidas notas del primer cuatrimestre.
En mi casa ya han llegado algunas. Mi hermana esta en primero de bachiller y en el colegio hacen cuatro evaluaciones en las que los examinan de forma que los preparan ya para selectivo.
Bien, el otro día llego mi hermana conociendo ya sus notas. He de decir que es una buena estudiante, mucho más de lo que pude serlo yo con su edad, pero… Educación física no es su fuerte.
En nuestro colegio la evaluación de la asignatura continua siendo técnica, por lo que se basa en exámenes prácticos y, desde hace algunos años, también uno teórico.
Mi hermana llego a casa cabizbaja y a mi pregunta de qué le pasaba, me conto que la profesora la  había suspendido y acto seguido continuo diciéndome que, a todos sus compañeros, los chicos, tenían como nota entre 8 y 9 (las ansiadas notas de notable en adelante) pero que todas las chicas habían alcanzado, como mucho, un 7.
Me explico el caso de una de sus compañeras que había sacado un 6 en el examen práctico - a mi parecer, el más importante para nuestra profesora de gimnasia- pero que, aún así, su compañera no había pasado del 6 en la nota final.
Dada la conversación con mi hermana y a pesar de conocer a la profesora y, por tanto, las respuestas que mi hermana me iba a dar, trate de investigar un poco cómo continuaba siendo una clase docente de gimnasia a día de hoy.
“¿Qué hace Begoña cuando un alumno llega con alguna lesión física?”, le pregunte.
“Nada, le dice que se siente en el banco”, esa fue su respuesta, la esperada también por mi pues, yo había pasado una larga temporada con una lesión y así fueron mis días en las clases de educación física.
Así que, tratando de “aplicar” en mis antiguos profesores, un poco de lo que yo estoy aprendiendo, le dije a mi hermana que pusiera a prueba a su profesora, que la sacara de sus esquemáticas clases. Por desgracia, actualmente, las notas numéricas siguen en poder de los docentes y los alumnos consideran que nada pueden hacer. La respuesta de mi hermana a mi propuesta fue “¿Para qué?, ¿para qué me coja manía y me suspenda?”.
Pensé en bajar al colegio y hablar con ella, sin ninguna crítica hacia su trabajo, solo la de poder compartir entre “compañeros” conocimientos, formas de motivar, de innovar. Pero ciertamente, corría el riesgo de que pillara manía a mi hermana por mi propuesta así que, lamentablemente, este sigue siendo un caso en el que vemos técnicos en práctica que no miran más que una prueba física.

Ya que, como dije anteriormente, este blog es mi pequeña ventana a vosotros, me gustaría lanzaros una pregunta a todos...¿le propondríais vuestras ideas de cambio e innovación a un profesor que, como esta docente, tiene en sus manos la nota de un familiar vuestro? o, como opina mi hermana, ¿unicamente serviría para que se lo tomara a mal y cogiera ojeriza al alumno?.
Yo ya tome mi decisión, más que nada, porque me conozco a la profesora. En este caso, lo mejor es que mi hermana se esfuerce y trate de demostrarle que puede con la asignatura.

2 comentarios:

  1. ¿Y por qué no es tu hermana la encargada de hacerle esa reflexión a la profesora? Sin improvisar, claro! Hay maneras sutiles de hacérselo ver. Puede empezar por convencer a sus compañeras y así asegurarse el apoyo para cuando se lo plantee a la profe. Mismo esfuerzo equivale (o debería equivaler) a mismas oportunidades. Yo creo que ya no tiene nada que perder...

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  2. Si tu hermana tubiera un 10 con esta profesora...¿Irías ha hablar con ella para que cambiara el estilo docente?

    Lo digo porque en el resto de asignaturas se está siguiendo ese estilo y tu hermana no se queja. Si te quejas a esta profesora quejate a todos los que trabajen como ella, ¿no?

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